lunes, 19 de diciembre de 2011
Saudade...
Saudade...- se repitió a sí misma, Saudade, al suave ritmo del bossa nova, al triste y dulce vibrar de las voces brasileñas, Saudade, pero también melancolía, también tristeza profunda, también reminiscencias, también lágrimas, también ganas de reprocharle mentiras, y esa mueca amarga en sus labios... aun siento tu perfume en mi cama, aun escucho tu palpitar cuando me duermo, maldita sea...aun te recuerdo haciéndome el amor... y de nuevo estoy llorando...
Era solo una prueba, solo quería saber, si yo lo arriesgaba todo, si yo lo dejaba todo, ¿cuanto estarías dispuesto a dejar por mi?, solo quería saber
-¿me amas?
-sí
-¿cuanto me amas?
- mucho mucho
-¿más que qué?
-...más que a todo...
¿más que a todo?, me pregunto ahora, sólo eran murmuraciones de amantes en la noche, sólo fueron palabras opacadas por el sonido del mar, aunque solo por eso te amé tanto...por la ilusión de que no me mentías, solo por creer...que me amabas más que a todo, hacerme sentir tan especial, hacerme creer que valía la pena saltar al vacío porque pasara lo que pasara, estarías ahí...por mi.
dulce amor, de nuevo no me escogiste a mi...
dulce amor, de nuevo yo no valí lo suficiente, de nuevo no fui amada lo suficiente, dulce amor, de nuevo te has ido...
Saudade: nostalgia de lo que no fue.
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