lunes, 23 de enero de 2012

un paso a la vez...



-¿cómo lo haces?
ella inhaló una bocanada de humo...
- un día a la vez, una hora a la vez, un minuto a la vez...es un tormento
-¿duele?
-aveces... quizás como lo veo un minuto a la ves, no me doy cuenta que son todos los minutos, todas las horas y todos los días.
- la verdad no se como lo haces- él se acomodó en su sillón, la luz lo bañaba exactamente como ella lo recordaba esa mañana, quiso volver a estar en aquella cama, en aquella mañana fresca junto al mar.
-imagino que para ti ha sido mucho más fácil - ella sonrió amargamente- siempre pensé que yo era la mas fuerte.
- es porque, como tu dijiste, "las mujeres siempre sobrestiman el amor que les tenemos"- lo dijo de una manera fría, sin mirarla, se levanto y caminó hacia la ventana.
- no tienes motivo para seguir siendo cruel - dijo ella mientras apagaba el cigarrillo en el cenicero - no hay motivo para seguirnos lastimando.
-no quieres dar marcha atrás, me has lastimado, no se que es peor...eres tan caprichosa.
ella sonrió al notar el dolor en sus palabras, una sonrisa que apenas se percibió, pero se contuvo, ambos estaban heridos, ella tenia más practica en este tipo de dolor que él, debería ser más condescendiente, darle un respiro.
- no puedo dar marcha atrás...
-es porque eres orgullosa- se adelantó a decir él, mientras volteaba con las manos en los bolsillos con la espalda apoyada en la ventana, ella lo miraba detenidamente, la luz rodeaba todos sus contornos, su cabello claro, sus ojos hermosos, esos labios que una ves la amaron...quería tanto que la abrazara, quería tanto recuperar aquello que había perdido, su lugar en su corazón
-todos tenemos un limite, y a pesar de mi orgullo, quise volver, pero tu querías más, querías que...
-quería que simplemente lo dijeras...
-querías mucho- ella miro al suelo, porque sabia que ahora él la observaba dolido, y no quería encontrarse con aquella mirada.
-¿duele?- volvió a preguntar ladeando la cabeza.
- mucho...lloro mucho, me desespero, aveces creo que no podré seguir así...
-¿pero? - él seguía teniendo esa esperanza de que algo en ella se quebrara...
- pero me sigo recordando... un minuto a la vez, una hora a la vez, un día a la vez, y así pasan los minutos y las horas, y cada minuto que pasa, es un poco de dolor que se va.

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